Con todas las entradas agotadas, la banda de Austin (Texas) pintó de música la mítica sala madrileña
La tarde, ya convertida en noche cerrada, amenazaba lluvia y aunque un leve chisporroteo hizo acto de presencia a eso de las 19:00, no fue suficiente para que una larga cola de fieles llegados desde distintos rincones de España convirtiese la espera a orillas del Manzanares en una fiesta.
Poco a poco la música ha ido ganando terreno al virus, recuperando centímetro a centímetro una normalidad que le fue arrebatada hace casi dos años. El lugar elegido, la mítica Sala La Riviera, que hasta hace apenas unas semanas seguía ofreciendo eventos con público sentado, logró hacer un lleno absoluto al vender las 1600 localidades que ofrecía debido al aforo reducido.
Los encargados fueron Black pumas. Unos monstruos del escenario que desde que lanzaran su primer trabajo, de título homónimo “Black Pumas” (ATO Records), no han dejado de cosechar éxitos por donde han pasado. Aunque el parón pandémico pudo haber frenado su ascenso meteórico al verse “enjaulados” lejos de los escenarios, han sabido recuperar el ritmo cerrando anoche una gira en Madrid que ha cosechado llenos por media Europa.
Abrieron boca Night Glitter, tomando el escenario por asalto para sacudir el frío a los asistentes con su pop psicodélico, creando una atmósfera de tensión y ambiente espacial que iba dando la bienvenida a los últimos rezagados, mientras se llenaba la sala.
Tras una pequeña espera con un cambio total de escenario, aparecieron los Ansiados Black Pumas y no defraudaron. Música, música, mucha música y un show bien preparado ante un público que les tenía ganas.
Un manto de luces rojas cubrió la bienvenida de la banda y con los primeros acordes de “Next to you”, Eric Burton arrancó su frenético baile de piruetas arropado por una banda sin fisuras. No dejó rincón del escenario por explorar, incluso hubo algún momento en que éste se le quedó pequeño y amagó con saltar a la pista ante los gritos desenfrenados de un público entregado.
“More than a love Song” donde demostró su impresionante registro vocal haciendo enmudecer a los locales con un despliegue de voz impresionante, como si de un coro Góspel se tratase
Con “Know you better” se atrevió con el español, al grito de ¡Sube el volumen! ¡Sube el volumen!… Y el volumen subió sin lograr sobreponerse al público. En “Desperate Situation” llegó el momento de alzar las manos y corear como una masa sincrónica el ritmo marcado por la banda, transitando hasta “More than a love Song” donde demostró su impresionante registro vocal haciendo enmudecer a los locales con un despliegue de voz impresionante, como si de un coro Góspel se tratase.
Y llegó “Colors”. Himno de la banda, tema inconfundible con el que decidieron poner fin a un concierto impecable. Se encendieron las luces mientras Adrian Quesada alargaba un riff de guitarra que aceptaba el mandato de la sala, pues ante los gritos de ¡Otra, Otra! los de Austin no podían dejar Madrid sin una buena remesa de bises.
El regalo fue “Ain’t no love” y “Fire” donde el riff al más puro estilo Morricone incendió a un público que atónito veía como un Eric Burton henchido, finalmente saltaba al foso para dedicar a los madrileños su último tema.
Adrian Quesada, se encargó de hacer las presentaciones de la banda poniéndole el broche a una noche maravillosa que supo a poco. Madrid se rindió ante unos Black Pumas que supieron dar todo cuanto se les pidió.
Para volver a disfrutar de su música tendremos que esperar hasta próximo verano y asistir al festival MadCool.
¡Mientras tanto, si queréis recrearos con el set list de anoche, aquí tenéis!