Hace apenas tres semanas nos sobrecogía la noticia de la suspensión de la Gira Réquiem por el mundo de Boni a causa de un cáncer de laringe. Este mediodía un nuevo comunicado nos informaba de una noticia buena y otra mala: tras someterse a una operación, el tumor que le fue detectado ha podido ser extirpado en su totalidad, pero Boni ha perdido su voz:
“Su voz. Nuestra voz. Vuestra voz. Una de las mejores voces del rocanrol, moldeada de forma tan personal y única a lo largo de tantos años, se apaga”
Un duro golpe para el músico navarro, para la escena nacional de rock y para tantos que como yo, aunque nacidos años después de que los Barricada empezaran a tocar, pusimos banda sonora a la realidad con las canciones de los de la Txantrea y descubrimos que la música nada tenía que ver con lo que sonaba en Los 40 Principales; que escribíamos “Pasión por el ruido” con tipp-ex en el estuche de nuestros compañeros de clase y maldecíamos al walkman porque hacía que nuestro cassette de No sé qué hacer contigo, con el carrete ya doblado, se atascara según sonaba “Tentando a la suerte”.
Si bien hace unos meses me estrenaba en La Sexta Cuerda y dedicaba mi primera entrada a su Réquiem por el mundo, hoy toca, con todo mi respeto y admiración, dedicarla a una voz que será eterna y celebrar el legado que con ella nos ha dejado.
Eskerrik asko, Boni.