Un solo escenario. Veinticuatro bandas del Rock, Punk y Metal nacional. Más de 30 horas de rock. Esa era la apuesta con la que arrancaba la primera edición del A Cop de Rock Fest, que ha tenido lugar los días 20 y 21 de julio en Tarragona.
Con una impecable organización, y con Mariano Muniesa como maestro de ceremonias, la primera jornada comenzaba a las 14 horas. Y no pudo hacerlo con una banda mejor que Mascarats, que con su sonido festivo y sus letras reivindicativas prepararon un ambiente de lo más adecuado en un festival. Pudimos disfrutar de temas de su álbum debut de 2017 Trencarem l’imaginari, un tema avance de lo que será su próximo trabajo “Els carrers seran sempre nostres”, y el tema que la banda compuso para el festival “A cop de rock”
El siguiente concierto tuvo por protagonista al quinteto tarraconense El Malo del Cuento, que con un rock urbano, enérgico y de estribillos pegadizos, siguieron animando en el todavía comienzo de la jornada.
Destreza con la guitarra, cambios de estilo inesperados pero efectivos y un estilo polifacético trajo consigo Enrique Espera, que hizo disfrutar a un público que tímidamente iba llegando, y que no dudó en seguir bailando con el ambiente simpático y animado de Extracto de Lúpulo.
Iratxo fue el siguiente en subirse al escenario del A cop. Con “No es la primera vez” abría una actuación que, a pesar de algún que otro problema con el sonido, mantuvo el ánimo entre los cada vez más presentes.
A las 19.30 Söber salió al ruedo y en un concierto eléctrico hizo vibrar al público desgranando temas de toda su discografía. Aunque con un sonido, digamos, impreciso, temas de sus primeros trabajos como “Loco”, de su Morfología, “Arrepentido” de Paradÿsso, o “El hombre de hielo” de Reddo lo petaron sin lugar a dudas.
Los valencianos Malsujeto fueron los encargados de seguir la fiesta y mantener vivos los ánimos justo antes de una de las actuaciones más fuertes y esperadas de la jornada, la de Gatillazo, que hicieron de la Tarraco Plaça una fiesta con clásicos tanto de la banda como de La Polla Records, regalando al personal momentos muy intensos, de no parar de saltar, de pogos y vasos voladores. Para terminar, y haciendo gala de la provocación que le caracteriza, Evaristo, a petición del público, entonó la polémica jota que le costó su retención el pasado mes de mayo en el Festival Primavera Trompetera. Un grande entre los grandes.
Un estilo más dispar encontramos en el trash metal de la siguiente banda, Angelus Apatrida, y en la banda que seguiría a éstos, Alademoska, de sonido más ska.
Ekko, procedentes de Vic, volvió al rock urbano del principio de la jornada con actitud y temas de letras directas, dando paso al último concierto de la jornada, que vino de la mano de los Bourbon Kings, una de las bandas – bajo mi punto de vista – más originales y cañeras del panorama nacional actual. Con “Rómpelo” comenzó el espectáculo, que mantuvo a los ya pocos presentes muy receptivos e implicados en las canciones potentes y reivindicativas de los navarros hasta la finalización del concierto y la jornada a las 5 de la madrugada.
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