Era miércoles 13 de Abril y hacía solo tres días que habíamos asistido al concierto en Tenerife, pero esta vez, la expectativa era grande porque finalizaban la gira europea y habían elegido para tal acontecimiento, la Isla De Gran Canaria. Gaspar Benegas y Baltazar Comotto, guitarristas de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda que acompaña desde hace 18 años al Indio Solari, ícono del rock nacional argentino; cerraban su gira europea en conjunto y acompañados con su banda, en el sur de la isla.
La Sala Chester ubicada en Maspalomas, abrió sus puertas al público a las 20:30 hs. Mientras tanto, nosotros pudimos compartir en los camerinos, charlas, notas, varias delicias culinarias y cervezas, junto a los protagonistas, la prensa invitada y los músicos de la banda telonera.
Pasadas las 9 de la noche, salió al escenario Fernando Malavé, presentador de Antena Clandestina, dio la bienvenida a las 140 personas asistentes, agradeció a los organizadores y dio paso al “Argentum”, banda de origen argentino que consta de 6 integrantes y que ofreció un coctel de buenas versiones del mejor rock nacional como “Costumbres Argentinas” de Los Abuelos de la Nada; “En la Ciudad de la Furia” de Soda Stereo; o “Seminare” de Serú Giran. El público hambriento de buen rock, bailó y coreo cada una de las canciones.
A las 22:30 hs subieron al escenario Baltasar Comotto y Gaspar Benegas y el público los recibió con una ovación.
Los guitarristas de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado no solo hicieron un repaso a los mejores temas del Indio Solari como “Pituca”; “Ángel de la soledad”; “Juguetes perdidos”; “Gran Lady” y otros. También hicieron un guiño a los ya desaparecidos Luca Prodan con “Mejor no hablar” y Luis Alberto Spinetta con “Despiértate nena”.
En el undécimo tema, invitaron al escenario a Jorge Robado (Abrojito), armonicista afincado en la Isla de Tenerife y que compartió escenarios y gira con grandes músicos como Javier Vargas. Junto a él tocaron “Tren de las 16” de Pappo. Para finalizar, no podía faltar “Ji, ji, ji” y el ya conocido “Pogo más grande del mundo” donde la gente enloqueció de delirio, saltó, coreó y agitó las banderas argentinas.
En conclusión: Vivimos una noche donde el mejor rock nacional se hizo presente de la mano de estos talentosos músicos, que cargan a sus espaldas cientos de conciertos ante miles de personas, que lo dan todo en cada tocata y que con todo su poder, provocaron un movimiento telúrico en el sur de Gran Canaria. Sin embargo se caracterizan por su humildad, su cercanía y la paciencia de atender a la prensa y a la decenas de fans que los reclamaban para una foto, una púa o un vídeo saludando a amigos y familiares.
Luego del concierto y ya más relajados, nos quedamos hasta altas horas de la madrugada compartiendo experiencias y anécdotas que las guardaremos para siempre en nuestra memoria y que no podemos contar por respeto a la confianza depositada. Solo podemos dar las gracias por todo lo dado y desear que pronto, muy pronto regresen.
