Nadie duda de que el directo, los conciertos y la gente son el motor para que las turbinas de la música empiecen a funcionar de manera correcta. Tocar en vivo con tu banda o en solitario es la base para que los éxitos vengan acompañados de una cierta fama. Siempre y cuando esté presente ese toque de suerte necesario en el momento oportuno, claro está. Podemos citar a muchísimos «currantes» en el mundillo de la música o, lo que es lo mismo, aquellos que nunca se darán por vencidos, sean cuales sean las circunstancias, y que no se cansan de subirse a un escenario con sus instrumentos noche tras noche, haga sol o esté cayendo la tormenta del siglo.
Rubén Pozo y Lichis son el claro ejemplo de ello. Habiendo tocado el cielo con la yema de los dedos hace tan sólo unos pocos años con Pereza y La Cabra Mecánica respectivamente, llegó la época en la que tuvieron que reinventarse. Mientras que Rubén lanzó ‘Lo que más’ en 2012, su primer disco en solitario, Lichis hizo lo propio con ‘Modo de avión’ en el año 2014. De esta manera, les siguieron trabajos más que notables en cuanto a repertorio y variedad se refiere. Y precisamente cuando los dos artistas ya estaban pensando en su próximo disco, tuvo lugar una conversación que cambiaría el rumbo y las ideas.
Tal y como ha manifestado Rubén en varias ocasiones, fue Lichis el que le propuso hacer algo juntos. Lo que saliera, sin presión alguna. Dijo que sí, obviamente. Quién en su sano juicio se negaría. Delante del cuaderno surgió ‘Mesa para dos’, la canción que da nombre al disco. Inmediatamente después de lanzar mencionado tema como single, los dos músicos catalanes se embarcaron en una gira amplísima, con fechas en prácticamente todos los rincones del país. Cada semana se sumaban miles de kilómetros a la furgoneta entre risas, cervezas y guitarras. Desde el norte al sur en un fin de semana.
Fue así como fue naciendo un disco para escuchar una y otra vez. Doce canciones en las que cada uno ha aportado su marca personal, esa que tan bien han ido trabajando con el paso de los años. Comenzando con ‘Rock de pueblo’ y terminando con ‘Batiscafo Verde’, el primer trabajo de Rubén y Lichis ya es una realidad. Porque está muy bien el llegar a la cumbre en un momento determinado, pero lo realmente complicado es mantenerse a pesar de las circunstancias. Y los de Barcelona lo han hecho, lo hacen y lo seguirán haciendo. A darle al play una y otra vez.
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